Parece mentira

Aún no termino de creérmelo. A veces recibimos noticias tan inesperadas como interesantes que te hacen sentir bien, muy bien.

Una amiga mía me sorprendió la semana pasada cuando me dijo que había conocido a alguien. Parece mentira pero nuestra chica se nos ha dejado encandilar por un apuesto miembro de los cuerpos de seguridad del estado (suponemos que el muchacho estará de buen ver, puestos a imaginar, ¿por qué no?).

Habrá gente que se extrañe de por qué le doy tanta importancia a algo que para ciertas personas puede ser normal, pues he de decir que este no es el caso.
No es que mi amiga sea rara, ni asocial, ni viva en una burbuja ajena al mundo, no es nada de esto. Digamos que mi niña es muy selecta, tanto que hay que hacerle una fiesta cuando se decide a dejarse impresionar. Y lo ha hecho.

Hoy será la gran noche, después de ese primer encuentro vienen una serie de pasos fundamentales en toda historia. Sólo espero que el asunto marche porque “a nadie le amarga un dulce” y si al final amarga pues, que le quiten lo bailao, o no?

Desde aquí te mando toda la suerte del mundo, al menos toda la buena suerte que hoy requieras. Sabes que el gabinete de crisis y de eventos especiales está abierto 24 horas al día. Y luego habrá un Rayas o similar para celebrarlo.

Parece mentira. Hoy los astros se van a alinear y si no es eso que sea San Cupido, San Valentín, Santa Afrodita o San Judas. Hoy creemos en ti. Deja el listón alto, por lo que más quieras.

Una situación indeseable

Este mediodía he entrado en el blog con la sorpresa de encontrar una cantidad inusual de comentarios. La satisfacción inicial de saberme leida se ha transformado en un sentimiento de desilusión ante tales comentarios.

No soy quien para juzgar a nadie y mucho menos para cortar la libertad de expresión pero, sintiéndolo mucho, esto no era lo que yo quería. Me explico, me decidí a escribir el blog por los motivos que ya argumenté en mi primer post; son bienvenidos todos los comentarios, críticos o amables y no voy a permitir que algún gracioso o graciosillo mate su aburrimiento con parrafadas improcedentes, desagradables y fuera de lugar.

Por todo esto me he visto obligada a no permitir que se lea lo escrito. Claro que no hay derecho a que por unos pocos vete todas las opiniones así que a partir de este post voy a ser una especie de censuradora, por mucho que me pese. Podéis escribir lo que queráis pero antes de ser publicado yo tendré que dar el visto bueno, por este motivo no será inmediato que se suba.

Pido disculpas por todo este tema que no me gusta nada. Subiré todo salvo las sandeces y estupideces como las que han provocado todo este revuelo.

Antonia, Sonia, Ana-Nikita y Antonio están esperando que solucione ésto, aún no sé qué van a contar. Aprovecho para mandarles un beso, especialmente a él claro.

Saludos

Juanola

Antonia, Toñiki

Te tocó. A mediados de enero te dije que pronto ibas a salir tú y aquí lo tienes.
Sorprendida, no? Esta vez no voy a decir al protagonista que entre a leerlo, imagino que la sorpresa será mayor, también es porque me consta que entras alguna vez.

Para quien no tenga el gusto de conocerla, se llama Antonia, aunque a veces cariñosamente la llamamos Toñiki.

Nos conocimos a mediados de los 90, yo acababa de mudarme por n-ésima vez junto a mis padres, volvíamos a Cuevas después de unos cuantos años fuera y estaba un poco desorientada y desubicada. Aunque la mayor parte del tiempo lo pasaba en Sevilla, por vacaciones siempre iba al pueblo.
La verdad es que fue una suerte para mí hacerme un hueco en un grupo ya formado. Puntualizo, la suerte no fue esa sino que ellos me acogieran. Al principio tuve una relación más estrecha con Mª Luisa y con Juani pero por circunstancias de la vida al final el subgupo resultó ser otro.

Nuestro primer viaje juntas fue a Sevilla, creo que allí al verme rodeada de "mis niños" y en mi hábitat vio que nuestra conducta era un tanto genuina. En aquella semana descubrimos varias cosas, algunas importantes, otras no tanto, por ejemplo que hay que limpiar los cristales del coche antes de salir e incluso antes de bajar las maletas; o que hay manchas (de camisa) tan "evidentes" que pueden hacerte desistir de salir una noche, la culpable, la tintorería; o que algunas cantamos muy mal fandangos aunque le pongamos ganas y una copita que otra...

De los viajes más graciosos que hemos hecho yo destacaría los dos a Mogón, además de reirnos mucho con el angeliko de Jincho y sus Secuaces (la Granja), hay pruebas gráficas de Antonia siendo acosada por nativos o gente de la zona. A la vuelta de uno de ellos fue cuando Alonso consiguió su primer mundial, no olvidaremos nunca ese atasco y esa llegada al área de descanso.

De nuestro paso por Jaén nos quedamos con la hospitalidad de nuestro anfitrión y la rosca típica que nos comimos en la cena. La pena fue que no nevara más e hiciera mucho más frío cuando fuimos a ver el castillo.

El verano pasado fuimos a acompañar a Sonieta a Córdoba a una boda el fin de semana del cumple de Antonia, con tan mala suerte que nos pilló allí una ola de calor. Afortunadamente, yo no me quejé en ningún momento del calor, ¡qué va!, yo nunca. JB y yo fomentamos las relaciones dando los teléfonos de la piloto y la copiloto, aún no sé por qué no logramos nuestro objetivo, tal vez influyó que nos amenazaran si no lquitábamos los carteles de las ventanillas.
En ese viaje nos dimos cuenta que llevar los pantalones bien puestos, en el sentido literal de la palabra es algo común de algunas zonas, nosotras diríamos que casi se puede entender como una denominación de origen.

Hace poco que alguien nos debe un helado, el mío de chocolate y limón para variar. Gracias Toñiki por hacerme testigo de ese momento. ¡Cuanto disfruté yo esa mañana! Te lo puedes imaginar porque me conoces.

A Sandra también la hemos visitado aunque hace bastante que no vamos al ¡Ay Carmela!, como no nos invita (Sandrita tú sabes que es broma).

El viaje estrella de este año será hacer el camino de Santiago. Llegaremos y pediremos todo lo que haya que pedir. Y luego a celebrar que lo hemos logrado. Y si no, también lo celebraremos.

Han sido varios los bautizos que hemos tenido, de los que destacamos dos: las soles (puesto por el diplomático de Anselmo, mi Jansel) y las ventosillas (no podía venir de otro que no fuera el Oso y el cual no tiene ninguna connotación escatológica).

Como celestina que soy y asumiendo mi papel, he visto a Antonia de primera dama, tú ya sabes de dónde. Pero cuando se juntan dos a cual más cortado, lo tenemos difícil las amigas pesadas. No te preocupes, yo voy a seguir buscando, incordiando, preguntando.... y lo que haga falta. Si hay que sacrificarse, pues a ello.

Para los que no tenéis la suerte de conocerla os diré que es un ejemplo para todas nosotras, prudente, discreta, de su saber estar deberíamos aprender las que somos bocazas y siempre está para escucharte.

Toñiki, ¿y todo lo que nos queda por visitar aún?

Febrero

Han pasado varios años, muchos, y a estas alturas aún no puedo evitar recordarlo. Cuando llegan estos días de febrero es inevitable echar la vista atrás y pensar en ello.

Todos despertamos y en nosotros está salir y vivir o encerrarnos a revivir en nuestra mente lo vivido en la vida. La elección es unívoca, personal e intransferible. Depende de cada uno.

Pero vivir el día a día no impide echar la vista atrás y esbozar una sonrisa al recordar ciertos acontecimientos, siendo consciente que nunca volverán. Y tampoco se quiere que vuelva esa época. Ha pasado demasiado tiempo y demasiada gente, ya es demasiado tarde.

La vida sigue y los caminos con ella.