Inaugurando piso
Siguiendo con el retraso bloguero característico de este comienzo de año, hablaremos del fin de semana en Alicante.
Resulta que las hay que han estrenado independencia hace poco y también las hay que cuando se les invitan, van. Si tenemos en cuenta los dos términos de la ecuación el resultado es inequívoco...allí que nos presentamos.
Sandra ya se nos ha hecho un buen partido, tendrá que actualizar su cv y añadir esa nueva peculiaridad.
Le ofrecí llevarle a mi compañero de trabajo y mesa, Raúl, el más salao de los mostoleños. Pero claro, era un fin de semana de chicas y él no tenía cabida allí. Aunque sigue con el número cogido, igual que si estuviera en la cola del carnicero.
Un llamamiento, hay un color, el lila, del que no se tiene constancia en los ovillos de lana. Por favor, habría que reponer las existencias porque siempre puede llegar alguna que necesite precisamente ese color y no otro. ¡Qué van a decir los demás asistentes a esa super-boda-fashion cordobesa! Que conste que es broma.
Estuvo bien el fin de semana, sofá, Elche, almuerzo, a la caza y captura del ovillo perdido, sesión de "notario"...lo reficharemos en la próxima visita.
Pero no hubo helados ni napolitanas...nos hacemos mayores!