Entre las altas esferas

No es mi costumbre hablar de política pero por una vez voy a escribir sobre este tema.
Estamos en año de elecciones municipales, creo que sobra decirlo porque a estas alturas de la película debemos estar todos más o menos al tanto de ello.

Yo hasta ahora veía a los políticos, nacionales, autonómicos o locales, como personas lejanas. Pero la historia ha cambiado y es que ahora me codeo con las altas esferas municipales.

Mi “hermanito” se presenta a alcalde. Y la cosa promete. Para muestra un botón.
La semana pasada fue la presentación de las listas y no hubo rival, no fueron necesarias las primarias.

La última vez que estuvimos allí, quedamos con unos amigos a cenar, incluidos mi hermanito, la futura primera dama local y el pequeño de la familia.
A nosotros nos sentaron en la parte de fuera, cerca de la barra y de la puerta. Llegó él y no les dejaron ni sentarse, nos pasaron a un salón, mucho más amplio, más tranquilo (de hecho lo abrieron para nosotros, bueno, para él y sus acompañantes) y reservado del mundanal ruido. Si es que siempre ha habido clases y clases.

La futura primera dama está embarazada, es la Cherie Blaire local. Quería que le pusieran mi nombre a la niña…¿por qué no? Pero ahora entiendo que haya que buscar otras opciones. Puestos a elegir, ¿por qué no Cayetana? En unos meses saldremos de dudas.

Como golpe de efecto le hemos dicho que se traiga a Obama a la campaña electoral y, si no pudiera venir porque tenga otros compromisos previos ineludibles, siempre queda la opción B, que venga la señora Obama a veranear a la costa local.

Para quien sea malpensado, asumo las exageraciones, en ningún momento mi hermanito se ha transformado, aquí no se puede decir que “el poder corrompe”. Pero un rato de diversión sí que nos ha dado y nos seguirá dando, que este tema todavía lo tenemos que exprimir un poco más.

Ah! Y esperemos que haya buena suerte en las elecciones.