Una situación indeseable

Este mediodía he entrado en el blog con la sorpresa de encontrar una cantidad inusual de comentarios. La satisfacción inicial de saberme leida se ha transformado en un sentimiento de desilusión ante tales comentarios.

No soy quien para juzgar a nadie y mucho menos para cortar la libertad de expresión pero, sintiéndolo mucho, esto no era lo que yo quería. Me explico, me decidí a escribir el blog por los motivos que ya argumenté en mi primer post; son bienvenidos todos los comentarios, críticos o amables y no voy a permitir que algún gracioso o graciosillo mate su aburrimiento con parrafadas improcedentes, desagradables y fuera de lugar.

Por todo esto me he visto obligada a no permitir que se lea lo escrito. Claro que no hay derecho a que por unos pocos vete todas las opiniones así que a partir de este post voy a ser una especie de censuradora, por mucho que me pese. Podéis escribir lo que queráis pero antes de ser publicado yo tendré que dar el visto bueno, por este motivo no será inmediato que se suba.

Pido disculpas por todo este tema que no me gusta nada. Subiré todo salvo las sandeces y estupideces como las que han provocado todo este revuelo.

Antonia, Sonia, Ana-Nikita y Antonio están esperando que solucione ésto, aún no sé qué van a contar. Aprovecho para mandarles un beso, especialmente a él claro.

Saludos

Juanola