Vive el momento

Sé que eres una de las personas que más ha seguido este blog desde que lo abrí hace ya algunos años.
Sé que la timidez y tú sois buenos amigos.
Sé que no querrías que revelara nada de ti y no lo voy a hacer pero quiero que esta vez tú seas protagonista de lo que lees.

Hace unos días me contaste una historia y me dijiste que no fuera mal-pensada. No lo soy y lo sabes.
Quizá no es lo que yo creo, no te digo que no estés en lo cierto, o quizá me he adelantado a los acontecimientos, no te digo que no.
Sólo sé que ese momento de duda, pánico, nerviosismo o como lo quieras llamar es efímero así que, sea lo que sea y pase lo que pase, disfrútalo.
No vayas con ideas preestablecidas, ya habrá tiempo de pensar a partir del día después.

Y cuéntame lo que se pueda contar.

Carpe diem.

Se nos casó Balta

Hace ya más de un mes que prometí hacer esta crónica y, aunque parece una excusa típica, no he tenido tiempo de sentarme a escribir sobre ello.

Han pasado unos meses desde que Balta me llamó un día y me dijo que se casaba con Rocío. Casi sin darnos cuenta, cada uno por sus propios motivos, pasó el tiempo rápidamente y llegó el día del enlace.

Puede parecer mentira pero se anunciaba lluvia para ese día en Sevilla. Y cayó y no cayó. La lluvia respetó la llegada de los novios, bueno, hay que decir que nos fijamos más en la novia que en el novio, lo siento Bal pero suele ser así, como también respetó la salida.

Empezó a llover cuando ya estábamos en el salón.

Conclusión, no afectó al lucimiento por un lado y, si hacemos caso al refranero, "novia mojada, novia afortunada"...habrá muchos hijos y pronto (esta es una interpretación libre que yo hago).

De la ceremonia hay poco que opinar. Del festejo sí. Hacía mucho que no estaba con parte de "mis cafres" y la verdad es que hace ilusión encontrarse con ellos.

Hablamos de la vida, del vino y de las mujeres, bueno, quizá no del vino y ya no se habla de mujeres como antiguamente, el que más y el que menos va sentando la cabeza.

Muy lejos quedan aquellas frases míticas de los tiempos de la escuela aunque hace ilusión recordarlas con algunos de sus protagonistas.

Yo siempre defiendo a mi Alvarito, ya sea porque es un incomprendido o por el color de sus zapatos (Franquito, no te metas con Chang). Claro que también le defienden Anselmo y Perico de taxistas nerviosos.

A Anne y a Anselmo hacía mucho que no les veía pero supongo que a partir de ahora les tendré más cerca.

Arturo pequeño demostró que ha heredado la tradición cofrade de sus padres haciendo una demostración de los pasos de semana santa.

Perico sigue ahí, afortunadamente recuperado de su accidente en el tour.

Y los novios...perdón por el retraso, pensaba haber escrito esto antes de vuestra vuelta pero no ha sido posible. Gracias por contar conmigo.

En la boda nos juntamos algunos de los clásicos básicos, esperemos que no pase tanto tiempo para volvernos a reunir.

PD. Me imagino que las fotos te las pasará todas Alvarito, se las grabé la semana pasada.