La ranchera

Hace muy poco iba con Sonia y Antonia a la playa a pasar la tarde tan ricamente, galletas de chocolate, frutos secos, ... , y especialmente ese ruido de olas de fondo. Beneficios de vivir cerca de la costa.

Cuando íbamos hacia allí me señalaron la futura casita (por llamarlo de alguna manera) de una de nuestras amigas. Si estuviéramos en Texas y tuviera caballos no desentonaría nada.

Y como tenemos una pequeña lengua viperina empezamos a "comentar", de buen rollo, por supuesto (si no no lo diría aquí), sobre cómo va a cambiar la vida de nuestra amiga cuando se vaya a vivir al "rancho" con su pareja y empiece a dedicarse a procrear. Claro que puestas a imaginar nosotras preferíamos vernos allí, en nuestras tumbonas a pie de piscina, con nuestro vaso de limonada mientras nuestra amiga vive felizmente rodeada de la prole que tanto desean ella y su chico.

A decir verdad, le pegaba esa vida. Así que espero/esperamos que esa vida no tarde en llegar, primero por ella y segundo por nosotras, que también nos merecemos unos ratos así, relajadas y entre amigas.

Va por vosotros, "rancheros".