Reencuentros
El fin de semana pasado volví a Sevilla después de unos cuantos meses. La causa del viaje era como diría Perico "por asunto desagradable", otra vez el examen de siempre. Afortunadamente el fin de semana da para mucho y el viernes por la tarde quedé libre.
Ha habido reencuentros con muchos amigos, el viernes por la noche les tocó a mis cafres (aunque la mayoría se dieron de baja por distintos motivos que espero no fuera mi presencia allí) y a los que quedan de los irreductibles. Paco, nuestro técnico de luces y sonido fue baja de última hora.
El sábado después del desayuno con Andrew tocó ruta. Por la mañana fui a Calañas a conocer a Irene y fue un auténtico reencuentro con amigos a los que hacía mucho tiempo que no veía. La niña es una muñequita y a su madre se le cae la baba con motivo.
Esa tarde fui a Huelva a ver a Coro. Cinco minutos después de llegar a su piso estábamos las dos en el sofá como quien está en el diván del psicólogo contando todos sus secretos. ¡Qué sensación más buena!
Y como descansar era perder el tiempo, por la noche tocó cena con mis niñas y respectivos. Lo que pasa que la edad no perdona y a una se le gastan las pilas a partir de cierta hora.
El domingo le tocó el turno en primer lugar a "mi-hombre" y desayunamos como parejita feliz Hilario y yo.
El almuerzo estaba reservado, tenía que conocer a Ángela que por cierto es otra muñequita de solo dos meses y ya de paso ver a sus padres y a algunos de sus titos, que se dieron el primer baño de la temporada en la piscina. Como el tito Alfonso no estaba, la quedada con él se aplazó hasta el martes.
El domingo por la noche seguí de reencuentro y les tocó el turno a Nacho y a Jincho (nota: durmió en la cama de Palmete). Como una de sus tareas diarias es el cuidado de macetas, quiere probar mi habilidad de jardinera y me ha regalado una planta para que asuma responsabilidades.
Y poco más. Me alegro mucho de ver a todos los que he visto y siento no haber podido quedar con el resto.
La distancia es la misma en un sentido que en otro, así que podéis venir a visitarme cuando queráis. A los amigos hay que cuidarlos, no lo olvidéis.
Por cierto, hoy es San Eliseo, San Metodio y San Eterio o eso dice el santoral y también es el cumple de Sandra, así que aprovecho desde aquí para decirte eso de FELIZ CUMPLEAÑOS y hasta la semana que viene.
El fin de semana pasado volví a Sevilla después de unos cuantos meses. La causa del viaje era como diría Perico "por asunto desagradable", otra vez el examen de siempre. Afortunadamente el fin de semana da para mucho y el viernes por la tarde quedé libre.
Ha habido reencuentros con muchos amigos, el viernes por la noche les tocó a mis cafres (aunque la mayoría se dieron de baja por distintos motivos que espero no fuera mi presencia allí) y a los que quedan de los irreductibles. Paco, nuestro técnico de luces y sonido fue baja de última hora.
El sábado después del desayuno con Andrew tocó ruta. Por la mañana fui a Calañas a conocer a Irene y fue un auténtico reencuentro con amigos a los que hacía mucho tiempo que no veía. La niña es una muñequita y a su madre se le cae la baba con motivo.
Esa tarde fui a Huelva a ver a Coro. Cinco minutos después de llegar a su piso estábamos las dos en el sofá como quien está en el diván del psicólogo contando todos sus secretos. ¡Qué sensación más buena!
Y como descansar era perder el tiempo, por la noche tocó cena con mis niñas y respectivos. Lo que pasa que la edad no perdona y a una se le gastan las pilas a partir de cierta hora.
El domingo le tocó el turno en primer lugar a "mi-hombre" y desayunamos como parejita feliz Hilario y yo.
El almuerzo estaba reservado, tenía que conocer a Ángela que por cierto es otra muñequita de solo dos meses y ya de paso ver a sus padres y a algunos de sus titos, que se dieron el primer baño de la temporada en la piscina. Como el tito Alfonso no estaba, la quedada con él se aplazó hasta el martes.
El domingo por la noche seguí de reencuentro y les tocó el turno a Nacho y a Jincho (nota: durmió en la cama de Palmete). Como una de sus tareas diarias es el cuidado de macetas, quiere probar mi habilidad de jardinera y me ha regalado una planta para que asuma responsabilidades.
Y poco más. Me alegro mucho de ver a todos los que he visto y siento no haber podido quedar con el resto.
La distancia es la misma en un sentido que en otro, así que podéis venir a visitarme cuando queráis. A los amigos hay que cuidarlos, no lo olvidéis.
Por cierto, hoy es San Eliseo, San Metodio y San Eterio o eso dice el santoral y también es el cumple de Sandra, así que aprovecho desde aquí para decirte eso de FELIZ CUMPLEAÑOS y hasta la semana que viene.
posted by juanola @ 5:23 p. m.
4 Comments:
Me alegro que tu fin de semana en Sevilla haya dado para reencuentros y haya compensado a tu mal rato con "el examen".
Gracias por la felicitación,este año y por primera vez, y espero que no la última, la invitación pendiente se saldará la semana que viene.
P.D. ¿un año será suficiente para ponernos en forma y mentalizarnos para el Camino de Santiago?
Buen finde, por lo que veo. Te pasas la vida de aquí para allá, que suerte. Bueno, felicidades para todos esos que nos has dicho (yo no conozco a nadie que se llame así, la verdad, jeje). Y claro, también para Sandra.
Y un besito para ti.
Fue un placer el reencuentro Juanola, de no ser por el estado del colchón del niño, je je. Dile a jincho que lo de dormir en cama de Palmete tenemos que hablarlo (deberías especificar que Palmete no estaba) y que a ver si me mandas su correo para poder no escribirle. Un abrazo y hasta que vaya a visitarte
@ sandra:
ya queda menos para el camino, eso seguro, otra cosa es que estemos en forma, al menos yo, tú seguro que sí y encima luciendo palmito y llevándotelos de calle.
@ alba:
creo que eres mi más fiel seguidora y escritora (mis amigas no terminan de lanzarse a comentar). Gracias.
@ andrew:
no creo que a jincho le hubiese importado compartir cama con palmete...bueno, lo mismo sí, jeje!!
A ver si es verdad y vienes/venís.
Un beso a cada uno
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